
Antonio Guzman Blanco
(Caracas, 1829 - París, 1898) Militar y político venezolano que gobernó el país a lo largo de tres mandatos entre 1870 y 1888. Representante emblemático del caudillismo americano, es una de las figuras fundamentales de la historia venezolana.
Hijo del ministro y fundador del Partido Liberal Antonio Leocadio Guzmán, estudió derecho y fue cónsul en los Estados Unidos. De regreso a su país, el presidente Julián Castro lo acusó de conspiración y hubo de exiliarse en 1859 a las Antillas. Allí se unió a la revolución liberal-federalista de Juan Crisóstomo Falcón y Ezequiel Zamora, que dio lugar a la Guerra Federal.
Guzmán Blanco negoció y firmó el Tratado de Coche (1863), que alejó a José Antonio Páez del poder e instauró el gobierno de Falcón. Fue recibido como un héroe al entrar en Caracas, el 24 de junio, al frente del ejército federal. Convertido en pieza clave del gobierno de Falcón, tuvo a su cargo varios ministerios, delegaciones diplomáticas en Europa y la vicepresidencia de la República.
Decaida del Guzmanzismo
Durante el Bienio la oposición de Guzmán se pone más fuerte y alguno de los partidarios de su gobierno se dividen y se separan de él, entre los medios de comunicación se encuentra el periódico ¨El Yunque¨ , que continuamente este periódico ataca sin censura a las gestiones de Guzmán blanco y logro tener una gran aceptación en la comunidad de aquella época. Todo esto acabó por detener algunos redactores y finalmente se logra la suspensión de su publicación y circulación por parte del presidente Antonio Guzmán Blanco.
Joaquín Crespo le propone a Guzmán turnarse sucesivamente en la presidencia con él, pero este no lo acepta. Guzmán decide no continuar por un tiempo prolongado y se orienta hacia la búsqueda de un candidato civil para el próximo período presidencial y a la selección de un lugarteniente que cubra su ausencia hasta el final del bienio, quien sería finalmente el General Hermógenes López el sustituto de la postrimerías del período. Así Guzmán decide marcharse a Europa y dejarle el poder a Hermógenes.
Una vez retirado del gobierno, y entre 1887 y
julio de 1889, concentró buscó resolver los conflictos diplomáticos de
Venezuela con Inglaterra por los límites de la colonia guayanesa, planteando al
Gobierno británico que la frontera se fijará en el río Esequibo. En julio de
1889, después de un conflicto con el gobierno de Rojas Paúl, renuncia a sus
cargos diplomáticos.
Desligado de la política, se dedicó a escribir sus memorias (cuyo paradero se
ignora) y entre 1890 y 1896, publicó varios folletos sobre la cuestión de
límites, especialmente los de Guayana. En 1894 fueron publicados en París sus
libros En Defensa de la Causa liberal y Muerte del general Ezequiel Zamora. Sus
últimos años transcurrieron en París, donde murió el 28 de julio de 1899
Durante
estos tres períodos Guzmán fue un autócrata, hizo un gobierno personalista y
acomodó la Constitución a su conveniencia hasta 1887, que fue el año
en donde se fue a Europa, dejando encargado al General Hermógenes López, a
quien eligió para que terminara su período.
Una de las obras de Construcción
más famosas del Guzmanato, es indudablemente el Panteón Nacional,
nacido de la y reconstrucción de la Iglesia de la Santísisma
Trinidad y concebido para ser el lugar de descanso eterno de
los Grandes Héroes de la Patria. El 11 de febrero de 1876 Guzmán
Blanco ordena el traslado de los restos de los próceres y ciudadanos eminentes
de Venezuela al Panteón Nacional, que el mismo había reacondicionado
Hasta ese entonces, los restos de varios Grandes
de la Patria ya se encontraban en la antigua Iglesia de la Santísima
Trinidad, tales como el Marqués del Toro, y de hecho, para la fecha en que se
inauguró el Panteón Nacional propiamente, ya muchos próceres estaban reposando
allí, como José Gregorio Monagas, Manuel Ezequiel Bruzual, Ezequiel Zamora, Juan Crisóstomo Falcón y Andrés Ibarra. Además decreta que todo aquel que hubiese
ocupado la presidencia, tenía por ley el derecho de reposar en el Gran
Mausoleo de la Patria, al momento de su muerte, pero tras la desaparición de
Guzmán Blanco de la vida pública, el país cae de nuevo en el desorden y a la
fecha de su muerte, el decreto, no es aplicado a él mismo. Fue enterrado en
Francia.
Los presidentes Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi estuvieron dispuestos a llevar a cabo la
misión. Algunos aseguran que Campíns estuvo a punto de hacerlo, pero en la
historia de los restos de Guzmán Blanco abundan las anécdotas. En 1981, por
ejemplo, El Nacional publicó
la noticia según la cual el Concejo Municipal del Distrito
Federal había aprobado un decreto en el que se disponía el traslado de los
restos del ex-presidente venezolano, de París a Caracas. En julio de 1985,
otra noticia alarmaba a la opinión pública venezolana, al parecer los restos de
Guzmán Blanco estaban a punto de ser enviados a una fosa común. El 31 de
julio de 1899 el presidente Ignacio Andrade emitió el decreto
por el cual los restos del General Antonio Guzmán Blanco, debían ser
trasladados a Caracas desde París, para que tuvieran eterno descanso en unas de
las tantas obras que había sembrado en el país, pero esto no sucedió. Más tarde
el General Manuel Antonio Matos, yerno de Guzmán, quiso traerlo pero fue
absorbido por la Revolución Libertadora en contra de Cipriano
Castro. Durante sus 27 años de mandato, Juan Vicente Gomez ignoró el
asunto, al igual que Eleazar Lopez Contreras Este último, según cuenta la
historia, no quiso gestionar la repatriación porque comparó el gobierno de
Guzmán Blanco y el de Gómez y determinó que ambos habían sido igual de
dictadores.
Finalmente, los restos de Guzmán Blanco
regresaron a Venezuela en 1999, por las gestiones de la Cancillería
venezolana, al mando del Ministro de Relaciones Exteriores Jose Vicente
Rangel y el Embajador de Venezuela en Francia, Hiram Gaviria en
concordancia con las órdenes del entonces presidente, Hugo Chavez Frias.
Sus restos arribaron el 7 de Agosto de
1999 a Venezuela, procedentes de Francia, tras cumplirse 100 años de su muerte el 28 de julio. El féretro viajó en vuelo comercial desde París y llegó al Aeropuerto
Internacional de Maiquetía a primera hora de la tarde, donde se
le rindieron honores militares.
A continuación fue trasladado al salón
Elíptico del Palacio Federal
Legislativo al que acudieron los ministros de Relaciones
Exteriores, José Vicente Rangel; de
Defensa, Raúl Salazar; de Educación, Héctor Navarro y el Gobernador del
Distrito Federal, Hernán Gruber Odremán. El
Historiador José Ramón Castellanos tuvo a su cargo elaborar y efectuar el
discurso de orden. Los cadetes de las diferentes escuelas de formación de
oficiales de las Fuerzas Armadas de Venezuela permanecieron en guardia de honor
durante todo este día, mientras los restos de Antonio Guzmán Blanco se
mantuvieron en capilla ardiente.
El embajador de Venezuela en Francia,
Hiram Gaviria, informó vía telefónica que una vez abierta la tumba constataron
que el cuerpo del Ilustre Americano se encontraba intacto y que lo
más impresionante es que aún conservaba su característica barba.
La ceremonia oficial se inició con una
ofrenda floral que el jefe de Estado, Hugo Chávez Frías depositó ante el
sarcófago de Simón Bolívar, acompañado
de los ministro de Interior, Ignacio Arcaya; ministro de Relaciones Exteriores,
José Vicente Rangel; ministro de Defensa, General de División Raúl Salazar
Rodríguez, ministro de Educación Héctor Navarro; el ministro de Secretaría de
la Presidencia, General de División Lucas Rincón Romero y
del Gobernador del Distrito Federal, Hernán Gruber Odremán.
En los actos de inhumación, el primer
mandatario nacional compartió el presidium con el Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Luis Miquilena; el de la Cámara de Diputados, Henrique Capriles
Radonski, así como descendientes de Antonio Guzmán Blanco.
El Orador de orden fue el
Doctor Federico Brito Figueroa Rector
de la Universidad Experimental Rómulo Gallegos, y los restos del General
Antonio Guzmán Blanco fueron inhumados a las 1:20 PM. del 8 de agosto de 1999.